Alma Espinosa | Granada.- Bienvenidos a lo comúnmente conocido como Semana Santa, Pascua para los amigos. ¿Cómo? ¿Qué no saben lo que es la Semana Santa?, imposible. A ver, ¿no os suena la palabra cofradía?, quizás, ¿la mona de pascua?, supongo que sabréis lo que es una procesión ¿no?, ¡Dios! (Ups, no tomarás el nombre de Dios en vano, no tomarás el nombre de Dios en vano…) Bueno pues voy a tener que ponerme manos a la obra y hacerles una síntesis, ¡que Dios nos pille confesaos!.
Todo empieza el Domingo de Ramos, en este día se conmemora la entrada de Jesús en Jerusalén, todo esto, no hace falta dilucidar que forma parte de una mentalidad Cristiana Católica, si no, mire usted, queda bonito eso sí, pero carece de un significado emocional. El Domingo de Ramos se caracteriza por el abundante número de palmas o ramos, esto es debido a que Jesús fue recibido por sus feligreses portándolas estos en sus manos y agitándolas con emoción, celebrando la llegada del esperado Mesías. En resumidas cuentas, su uso a día de hoy es más emotivo que bendito.
Del Domingo de Ramos pasamos al Lunes Santo, un día conmovedor, vibrante… y, ¡No Festivo Señores! Si, si, oyen bien, por muy Salvador que fuera, a quien madruga Dios le ayuda, y como todo hijo de vecino, los miles de camareros, albañiles (Pocos ya, pero eso es otro tema) o carpinteros como Jesús, deben acudir a la llamada del trabajo.
Seguidamente nos encontramos con el Martes Santo, en este día continúan las celebraciones de la Semana Santa, la cual empieza a tomar forma, con distintas procesiones o actos dependiendo el lugar donde se celebre. Es bien sabido por todos el grado de devoción que existe en la zona sur de la península, donde los actos comienzan a intensificarse y los cofrades empiezan a afilar cuchillos o incluso a convertir esos adorados crucifijos en prodigiosas armas, que ni en "Drácula de Bram Stoker". Porque si señores, incluso en el "puro" mundo católico y de religiosidad existe la rivalidad entre hermandades, existen envidias, rencores... los hay que buscan la "gloria" personal y los hay que se dejan corromper por la estupidez e ignorancia general. Sin embargo como en millones de casos de cara a la galería todo es maravilloso.
Acto seguido se nos presenta el Miércoles, Santo como no. Preludio de las jornadas más intensas y final de la Cuaresma, es el último día de la Pre-Pascua, los pasos y procesiones que hoy se celebran reflejan el aumento del dramatismo dando paso al Jueves Santo, en el que no está de más gritar al aire lo de, ¡Feliz año nuevo!, y no señores, no me he vuelto loca, es que este es el primer día del año litúrgico, así pues para la religión cristiana es el día de Año nuevo en cuanto a los oficios religiosos se refiere. Miles de procesiones en el país entero son seguidas por incontables personas que se emocionan viendo pasar los distintos pasos con sus costaleros y nazarenos, sin embargo cabe destacar en este año 2011 la prohibición por la Delegación del Gobierno en Madrid de una singular procesión la llamada, “Procesión Atea”, llevada a cabo por un grupo de organizaciones feministas y ateas. ¿Solo tienen derecho a realizar procesiones, la iglesia católica? ¿Se considera un ataque de laicismo radical? Juzguen ustedes mismos.
Posteriormente aparece el Viernes Santo, es el ecuador de la Semana Santa, el día donde se hace palpable la solemnidad de la festividad. La calle es tomada por los penitentes y las distintas procesiones. En este día se rememora la muerte de Cristo crucificado.
Esto llega a su fin, Sábado Santo, las procesiones que hoy se celebran son de alegría, ya se pierde el sentir de luto y comienzan los pasos más alegres. Es el momento de disfrutar de las procesiones que quedan, ya que el Domingo de Resurrección marca el final de la festividad hasta el año próximo.
Y así llegamos al final, no sin antes decirle que no solo nos encontramos con la trágico-cómica semana que les he descrito, además de eso encontramos la Semana Santa de las vacaciones, el retiro, el descanso, la familia, la lectura, la playa o la montaña, el salón o la cama.
Yo soy de esta última. La otra me viene grande. Me supera. En fin como diría Machado, ante ustedes “la España de charanga y pandereta.”